Desde pequeños aprendemos a realizar las tareas de casa como nos han enseñado o hemos aprendido y muy pocas veces analizamos si es la manera correcta. El horno es un electrodoméstico muy común en todas las casa pero no todos le damos un buen uso. Abrir constantemente la puerta para mirar la comida e incluso dejarlo enfriar con la puerta abierta es muy común hacerlo en la mayoría de casas. Cada vez es menos habitual cocinar con el horno medio abierto, pero algunas veces ocurre y esto es un error que puede acabar con nuestro horno. Y por otro lado, es muy habitual dejar que el horno se enfríe con la puerta abierta. A continuación os vamos a enumerar los 3 motivos principales para tener la puerta del horno siempre cerrada. No cometas el error que hacen muchas familias sin saber sus consecuencias. Si miramos el libro de instrucciones la mayoría de fabricantes recomienda tener la puerta del horno cerrada y sobre todo durante el enfriado.
Mantener la puerta del horno cerrada para no dañar las gomas
Las gomas que se encuentran en la puerta del horno están diseñadas para soportar grandes temperaturas. El principal problema son los cambios de temperatura bruscos. La dilatación y contracción de las gomas en poco tiempo y de manera reiterada afecta a su vida útil. La gomas se acaban rompiendo y por lo tanto afecta a la estanqueidad del horno perdiendo calor por la puerta. Si queremos que nuestras gomas duren más, recordad, la puerta siempre cerrada y durante el enfriado también.
La puerta del horno siempre cerrada para no dañar muebles y electrodomésticos
Parece una cosa muy obvia pero muchas veces no nos damos cuenta. Al abrir el horno sale aire muy caliente de su interior. El calor afecta a los muebles y electrodomésticos. Si tenemos por ejemplo la nevera cerca del horno, al abrirlo aumentará la temperatura muy rápidamente y nuestro electrodoméstico funcionará peor. Los muebles se ven afectados también por el aumento de temperatura y recordad también que dentro de los muebles podemos tener alimentos que hay que guardar en sitios frescos y podemos deteriorar su conservación. Como vamos recordando en todo el artículo no hay necesidad de enfriar el horno con la puerta abierta, tus muebles y electrodomésticos te lo agradecerán.
Para evitar accidentes, la puerta del horno siempre cerrada
Por último, y no menos importante, hay que evitar accidentes dentro de la cocina. La puerta abierta es un riesgo de quemaduras de forma accidental. Hay que tener especial cuidado las familias con niños pequeños. Para evitar sustos, quemaduras y para la tranquilidad de los padres la puerta del horno siempre cerrada. Nuestro horno tardará un poco más en enfriarse pero no tendremos que estar pendientes de los niños si entran o no en la cocina. La mejor opción es siempre prevenir y por lo tanto la puerta siempre cerrada.
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